En los últimos meses diferentes localidades de nuestra región están siendo protagonistas indeseados de las noticias nacionales y regionales con un mismo el tema: los proyectos de instalación de macrogranjas de cerdos en nuestro territorio. Desde Equo Castilla-La Mancha nos sumamos a las manifestaciones de rechazo que tanto desde Ecologistas en Acción como desde la Plataforma Regional Stop Macrogranjas, han venido declarando los representantes de esas organizaciones hacia este tipo de proyectos.
Nos parece muy preocupante que diferentes empresas de comunidades como Murcia o Cataluña, hayan puestos sus ojos en nuestra región para convertirla en un lugar basurero, idóneo para el engorde de cerdos que sólo puede dejar un rastro de contaminación, olor y suciedad, sin nada del beneficio que prometen para los entornos rurales en los que se enclavan.
Opiniones críticas como las del periodista Jordi Evole en su programa “Salvados”, el pasado fin de semana, nos muestran la realidad de este negocio que aprovecha la crisis para vender falsas esperanzas con la pretensión de resolver la precariedad laboral y la despoblación en la que se encuentran muchos pueblos de nuestra región. Al cruel trato que se dispensa a los animales de forma habitual en los sistemas de ganadería intensiva, hay sumar los efectos nocivos que genera y sus consecuencias para el medio ambiente: malos olores, proliferación de insectos y roedores, enormes consumos de agua, contaminación del suelo y aguas subterráneas, inconvenientes todos ellos que sufren las poblaciones cercanas.
Son tantos los ejemplos que ilustran estas iniciativas que ya se están convirtiendo en una pesadilla. Todas las provincias de la región se están viendo afectadas: primero fueron Gamonal y Talavera en Toledo y los pueblos del Valle del Rio Salado en Guadalajara, los casos se fueron replicando por numerosos lugares de la geografía de las provincias de Cuenca y Albacete, últimamente estamos conociendo las incidencias en diferentes localidades de Ciudad Real. El rechazo social se ha hecho patente, la actuación vecinal se ha puesto enfrente y, en muchos casos, ha impedido que los proyectos se hagan realidad.
Coincidimos con la Plataforma Stop Macrogranjas en que la causa de todas estas iniciativas se encuentra en las ayudas de hasta el 65% de la inversión que la Consejería de Agricultura, Medio Ambiente y Desarrollo Rural, concede a los peticionarios. A esto se une un máximo de 100.000 euros por puesto de trabajo y otros 27.000 si la inversión lleva asociado un expediente de incorporación de joven agricultor. Y lo más preocupante es que el titular de la Consejería, el Sr. Martínez Arroyo, en la pasada feria de turismo FITUR, se pronunció a favor de estas explotaciones como “motor de desarrollo rural”. Estamos muy en desacuerdo con esa afirmación como lo están los ciudadanos y ciudadanas de las localidades afectadas que reivindican el apoyo a la ganadería extensiva tradicional, respetuosa con el medio ambiente y sostenible. “Rechazamos ese modelo de producción masiva que no reporta ningún beneficio ni ambiental, ni económico, ni social”, como ha manifestado la coportavoz regional del partido verde, Lola del Olmo.
Los ayuntamientos tienen la última palabra y, como ha explicado Juan Carlos Ranz, coportavoz de Equo en Castilla-La Mancha, no podemos dejar de destacar ejemplos a seguir como el del Pleno del municipio de Albacete que, a propuesta de Ganemos Albacete, aprobó por unanimidad, el pasado mes de Enero, una moción en la que se pretendía un acuerdo para modificar cuanta normativa municipal sea necesaria para tener argumentos jurídicos a la hora de denegar licencias a este tipo de explotaciones.
EQUO Castilla-La Mancha.
