La semana que viene pedirá a la ministra del ramo un pacto nacional en materia hídrica
El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha exigido hoy nuevamente el fin del trasvase Tajo-Segura en virtud del “giro hacia el ecologismo” que está experimentando el país. Page, que ha calificado esta infraestructura como un “atropello” y una “indecencia ecológica”, ha recordado que “hay alternativas evidentes para gestionar el agua de otra manera”.
El presidente lo ha señalado así durante la inauguración de las estaciones depuradoras de Barrax y Balazote (Albacete) y ha lamentado que, a su paso por la localidad albaceteña de Barrax, el canal del trasvase lleve a día de hoy “un 50% más de agua que lo que hoy va por el río Tajo”, criticando además que resulta un problema ambiental “ver cómo el Tajo pasa como si fuera una cloaca”. Y es que, según las mediciones realizadas a las 8.00 horas de esta misma mañana, el trasvase iba a una velocidad de 12 hectómetros cúbicos por segundo y, a su paso por Aranjuez, lo hacía a 8,8 hectómetros cúbicos por segundo.
Por todo ello, el jefe del Ejecutivo regional ha insistido en la necesidad de alcanzar un pacto nacional en materia hídrica, y ha avanzado que así se lo transmitirá a la ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, con quien la próxima semana firmará en Puertollano (Ciudad Real) el Acuerdo de las Comarcas Mineras.
García Page ha pedido al gobierno, ahora que se habla tanto de Franco, "que se preocupen de ver qué se hace con lo que hizo Franco" señalando que el trasvase es de lo peor que queda de la dictadura.